lunes, 24 de febrero de 2014

My Name is Frank and I'm a Fukin' Crazy Runner




Pues para todos aquellos que no me leyeron en el anterior blog y mientras preparo la cronica de la Simi Carrera, les comparto mi presentacion a la pagina del corredor.com.mx con fotos incluidas de cuando pesaba mas de 80Kg y le seguia metiendo duro a la fiesta aunque ya iba de salida. Lastima amigos que ya me han conocido hecho un monje, se perdieron de ser incluidos en muchas fiestecillas y trasnochadas.









PRESENTACION



Como si fueramos alcoholicos anonimos al entrar al grupo del corredor.com.mx nos presentamos. Yo ingresé el miércoles 14 de marzo de 2012 y este fue el escrito que posteé.

Hola a todos.

Me llamo Francisco Medel. Soy ingeniero químico y tengo 45 años. Apenas empecé a correr en agosto de 2011. No tengo mucha experiencia pero ya he corrido unas 12 carreras incluida La Carrera de los Barrios en León; Gto. donde resido.

Hasta los 25 años tuve una vida muy deportiva; jugaba base ball (era muy buen pitcher), practicaba tae kwon do y corría todos los días en mi natal Guanajuato capital.

Todo iba muy bien hasta que tuve que dejar la casa paterna y emigrar por cuestiones de trabajo. De golpe detuve mi actividad ya que laboraba por turnos en una planta de Nestlé y el tiempo apenas si alcanzaba para descansar. Era un esclavo feliz. Posteriormente me case y mas sedentario y comelón me volví. En 1996 cambio el giro de mi trabajo y fui a caer al área de ventas. Con ello vino aun mas descuido en mi condición física y mental. Mejoro un poquito mi condición económica pero empeoraron muchas otras aéreas de mi vida.

Tras 15 años de vivir bajo gran estrés, comiendo como cerdo (por lo menos 2 días a la semana en restaurantes) y bebiendo como cosaco prácticamente todos los días me fui convirtiendo en lo que nunca quise ser, un obeso perdedor en toda la extensión de la palabra.

Viajaba todo el tiempo, de hecho sigo viajando aunque no tanto. Trasnochaba con frecuencia y me malpasaba mucho. Demasiada fiesta, camino a la muerte. Llevaba una vida muy cómoda y hasta envidiable aparentemente.










Justo hace un año, el 18 de marzo de 2011, estuve a punto de morir porque se me reventaron dos ulceras duodenales que ni siquiera sabía que tenía. Estaba vomitando y deponiendo sangre. La gastritis al tope. Anémico, sufría fuertes dolores de cabeza y mi médico me dijo que cambiaba mi forma de vida o fuera escribiendo mi testamento. Con el colesterol y los lípidos altísimos me vi obligado a someterme a un largo tratamiento medicinal y a seguir una estricta dieta. Comencé a caminar por el parque Metropolitano todos los días. Una vuelta solamente. Tardaba más de una hora en completar el circuito y con envidia veía tanta gente corriendo. Algunos me saludaban y eso me hacía sentir muy bien.

Después de un par de meses de caminar intentaba correr y no podía hacerlo; ¡de verdad!; ni siquiera 250 metros podía trotar. Pesaba 83 kg. con una estatura de 1.62. Mi ropa aún era XL.

Por esos días mi hijo comenzó a correr por parte de la COMUDE y participaba en algunas carreras de la ciudad. Iba a verlo y se me salían las lágrimas de recordar mi juventud atlética. A veces hasta creía que nunca había hecho nada, que solo era mi imaginación o uno de esos sueños falsos y que siempre había sido lo que era. Mis hijos no creían que yo había sido algo distinto. Nunca me habían visto mover un dedo.

Poco a poco se me fueron dando las cosas. Primero logre correr 2 km; luego 4 km y un día logre dar la vuelta entera al parque; 7 km. Empecé a ir con la nutrióloga quien me recomendó inscribirme en alguna carrerita así que me avente a participar en la de Suzuki. 5 km, por supuesto; no me creía capaz de correr los 10. Eso era para pros.

Luego vino la carrera Franciscana y más me animaba. Me encantaba la ropa deportiva y como poco a poco iba bajando de peso comencé a animarme a vestirme de "corredor". Participé en mas carreras; mi hijo de 16 años siempre me vencía y muchos conocidos también.

Deje el alcohol, la comida chatarra, las malpasadas, las trasnochadas, y me aplique con mi dieta. Jamás he fumado, así que por ese lado no tuve problema. Y seguía corriendo todos los días.

Un día me animé a correr 9 km y así sucesivamente. El día menos pensado ya podía correr 12 km y cuando pude correr los 14 km (dos vueltas al parque) quise hacer fiesta. Me sentía extasiado. Mi peso ya no era problema, había alcanzado los 65 kg. El problema realmente era que debía gastar una verdadera fortuna en renovar todo mi guardarropa. Con mucho dolor, regale todas mis camisas, chamarras y sweaters y uno que otro pantalón (los demás los mandé arreglar).
 
Cuando no podía correr, por motivos de trabajo básicamente, me sentía como un perro encerrado, casi ladraba. Empecé a acomodar mi agenda en función de mi entrenamiento sin afectar mi labor ni la relación con la familia.

Mis tiempos eran muy altos, es más, ni me animaba a medirlos. Las carreritas de 5 y 7 km se acumulaban en mi historial. Una que otra de 10 km también. Mis conocidos y mi familia comenzaron a ponerse en mi contra; me decían que ya era un viejo y que le parara a mi carro. Que estaba obsesionado con correr y que estaba gastando mucho dinero en mi nuevo hobby; claro que antes gastaba verdaderas fortunas en otras cosas (cds, películas, libros y revistas, botellas de vino tinto, ropa, etc.) pero eso no se notaba. Mis compañeros de trabajo me recriminaban haber dejado de beber y comer tanta ensalada. Por otra parte, sentía su envidia al ver que ya había desertado del club de los obesos y me decían que estaba enfermo. Muchos se burlaron de verme en mallas y con playeritas pegadas, con una banda en la cabeza y mi reproductor de música siempre puesto.

Aun así, en enero de 2012 estaba seguro de que el medio maratón era para atletas profesionales o para gente que tenia años corriendo. Un amigo, de una empresa antagónica a la mía por cierto, me animó a meterme a la carrera de los Barrios. - Ja, ja, no puedo - le dije. Me da pena que me vayan a sacar desmayado. Bueno, para no hacerla larga, me inscribí, corrí, disfruté como loco y terminé antes que muchos haciendo un buen tiempo considerando mis limitaciones y novatez; 1 hr 44 minutos. Después mejoré mi tiempo en las carreras de 10 km, haciendo 46 minutos en la del Dr. Simi y apenas hace 15 días logre batir mi record de 7 km con 31 minutos en la carrera de la Familia en el Parque Metropolitano (aunque me lesioné).
Se que mis tiempos siguen siendo altos y que por mi edad y mis compromisos laborales que a veces no me permiten entrenar, es muy difícil mejorarlos mas pero no importa. Yo me siento súper bien que hasta me he atrevido a inscribirme en esta página y llamarlos colegas.

Ahora me falta un maratón. Sé que no será fácil. Los ojos están en la meta, espero prepararme tan pronto supere mi lesión que recién sufro en la pantorrilla derecha (causada por no calentar bien y por el gran esfuerzo que hice en la última carrera de La Familia).

Mi hijo dejó de entrenar y de participar en las carreras, incluso lo vencí en las dos últimas carreras que corrimos juntos (la de VIFAC y la del Dr. Simi). Paco hacía 23 minutos en los 7 km, Esto me duele mucho porque lo hace por llevarme la contra no porque le disguste correr. Es normal dicen los psicólogos hasta nombre tiene; le llaman contra dependencia. En el fondo no importa, yo hago lo mío y ahora correr se ha vuelto un estilo de vida para mí. Me hubiese gustado haber empezado antes, no sé, a los 30 pero pues no se dio. Lo importante es que Dios me ha permitido hacerlo ahora.

Un gran saludo a todos y mi más grande admiración, especialmente por aquellos veteranos que cada que los veo rebasarme y alejarse cabalgando en la distancia, hacen que en mi cabeza suene y resuene a todo volumen la canción "CABALLO VIEJO" (version Roberto Torres) que a escondidas también me dedico a mi mismo.

Ojala y pronto pueda irlos conociendo en persona.

Saludos

Franceso1966


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