Amigos como tú y yo
volverán a juntarse
la distancia propicia un olor
que ni el tiempo deshace
compartirán más tardes de amor
a Domingo y nostalgias
y mantendrán a punto el vapor
por las añoranzas
es que amigos como tú y yo
son milagros del alma.
(Silvio Rodriguez)
Cuentan que cuando Don.
Víctor Gonzales se andaba candidateando para presidente de la Republica
organizó un mega banquete al que invitó a cientos de nuestros queridos
políticos de todos los partidos para presentarles su plan de trabajo y
convencerlos de unir fuerzas. Exquisita comida, deliciosa bebida, agradable
música; todo era alegría y algarabía. Hubo hasta tiempo para un debate virtual
entre los presidentes de Rusia, EU, Alemania, Francia y representándonos Don
Víctor que por cierto los aplastó con su elocuencia y argumentos. Ya para
terminar y cuando todos se iban fueron detenidos en la puerta de su mansión;
faltaba lo mejor, se habían contratado preciosas y exuberantes nenas vestidas
en mini trapos menores para que cada invitado disfrutara de una velada
inolvidable. Fueron conducidos a sus lujosas habitaciones tomados de la mano
por su correspondiente chica cariñosa. Los tiburones y alacranes se sobaban las
manos con tremenda lujuria deleitándose en los tremendos traseros de las
chavas. Ya en sus cuartos, fueron febrilmente agasajados y se les otorgo un cursillo
de besos de tornillo impartido por las mismas muchachas. De repente, comenzaron
a salir furiosos de la mayoría de los improvisados galanes reclamando que sus
parejas no eran hembras sino varoniles transexuales con todo y caramelo; algunos
hasta escupían y se tallaban con asco la boca. Don Simi los recibió en su
despacho y disculpándose jocosamente les dijo - “queridos no se molesten, comprendan,
es lo mismo, pero más barato”.
El sábado por la mañana
me di una vueltecita por el centro de la ciudad para recoger mi fosforescente y
vistosa playera y mi número para correr los 10K de la III Simi carrera. El frío
estival y la oscuridad se habían retirado de nuestras vidas y calles así que
estábamos felices bajo un inclemente sol; mi esposa, mi hija y yo; disfrutando
de un gracioso show de payasos en la Plaza Fundadores. Degusté un rico y
refrescante vasito de simi suero sabor fresa. Pasamos por la nevería “La
Garrafa” y nos compramos nuestras nieves “Tentación” de chocolate y tequila y
nos dispusimos a pasar una relajada tarde. Por la noche La Fiera recibiría a
los terribles Santos. Caminamos entre la bola de sonrientes corredores
saludando a derecha e izquierda. Nos sentíamos como en una villa olímpica. Nos
movimos hacia el Mercado Práxedis Guerrero; así se llama en honor a un
periodista opositor a la dictadura de Porfirio Díaz; extraño nombre, cierto,
pero no nos escamemos, hay quien se llama Aniv de la Rev o Masiosare. Me compré
una copia original de la playera Libertadores de manga larga de La Fiera; casi
me da un patataus cuando vi que la talla M me quedaba un tanto ajustada. Sigo
en las mismas, comiendo mal y mucho y corriendo poco; pero confiando en Dios y
en los buenos recuerdos del 2013 me dispuse a correr los 10K. Sabía que la
mayoría de Los Titanes participarían.
La tarde fue de lo más
agradable, disfrutando de un nutrido potpurrí de breves cortos de películas de
ciencia ficción y terror. Puros pedacitos de peli eso es lo que vi como
consecuencia de mi descontrol y de la exagerada abundancia de mi filmoteca dvix
de alta calidad compuesta de dos discos duros de 2 teras cada uno. No cabe duda
de que los excesos no se disfrutan. Espero que igual les pase a la clase
política enriquecida a nuestras costillas.
Más tarde nos fuimos al
estadio para deleitarnos con el furioso juego de Los Esmeraldas; poco pan pero
mucho circo para nuestro pueblo aunque gratis no es. De regreso a casa a
preparar el traje de Superman que ante la ausencia de músculos lo retaco de
exceso de piel procedente de antiguos tiempos de obesidad; ya iremos mudando
como las serpientes.
El domingo dimos paso al
ritual de siempre y que por cierto hace falta cambiar por aquello de que se
vaya a volver monotonía. Me puse mi disfraz de Superman, tome mi camioneta, me
fui al centro, me estacione en el Aranda de La Parra, troté sumiendo la panza
hasta La Plaza Fundadores y busqué a mi grupo. Me contagie de la juventud y
entusiasmo de Los Titanes, me deleité observando a las muchachas y juntos todos
posamos para la cámara, incluso Don Simi y varios colados se integraron. Troté
calentando por donde se pudiera ya que la plaza está atiborrada con un tianguis
de comercios formales.
La carrera arrancó una
vez entonado nuestro majestuoso Himno Nacional el cual es precioso pero muy
violento me hacían notar mis hijos el otro día; - tienen razón – concordaba yo;
- pero no vamos a permitir que ningún enemigo extranjero venga a ensuciar
nuestro pedazo de cielo con sus mugrosos pies -; ¿o si?
La salida fue muy lenta
gracias a la gran concurrencia que se generó en esta justa; recorrimos
Francisco Madero a contraflujo; mis azules tenis Brooks Cadence 2 botaban y
rebotaban sabrosamente sobre los hexagonales adoquines de la calle, “Black is
black” sonando en mi discotheque ambulante de bolsillo, decenas de esbeltas siluetas
coloridas pasando velozmente a mi lado haciéndome consciente de mi realidad,
era un domingo maravilloso. - “Un domingo sin sol, rancheros y beis bol no es
domingo”- escuchaba allá en mi primera infancia; era cierto; pero ahora
cambiamos el beis por la carrera y sigue siendo cierto.
Decidí que esta sería para
mí una carrera recreativa, como si alguna vez hubiese sido o fuera un
competidor con posibilidades de algo más que terminar en buenas condiciones. No
me esforzaría más de lo que el cuerpo me permitiese, no quería terminar destrozado
como en la Fiera Carrera. En menos que canta un gallo llegamos a La Calzada y busqué
las cámaras para posar firme y sonriendo; nunca Las vi. –“Superman, Superman” –
gritaban algunos y yo me ponía morado de la pena, con semejante panza tequilera
ni al ratón Crispín me parezco. Mentalmente me decía que 10K no es nada y que
debía disfrutar plenamente este tiempecito que el Señor nos permite vivir, la
carrera pronto terminaría aunque no llegaba aún al K2.
Se terminó La Calzada y
fuimos a caer al famoso eje; el Blvd. López Mateos. Recuerdo como nos
burlábamos en la universidad de nuestros compañeros Leoneses que cantaban al
hablar; “soy de Liiiion y vivo por el eje” ja ja ja ja, que fácil y que padre
era imitar su entonación y dejarlos mudos ante la imposibilidad de hablar
Español Neutro. – “Solo los defeños hablan tan feo como ustedes” – les decíamos
los Guanajuatenses a los pobres panzas verdes. No imaginaba que 25 años después
también yo iba a ser un leonés y que mis hijas serían objeto de las mismas
burlas discriminatorias por parte de los familiares de otras ciudades.
Torcimos a la derecha en
el Blvd. Francisco Villa saboreando unos deliciosos chilaquiles del Vips del Real
de Minas Express; el café estaba riquísimo. Pasamos al lado del Poliforum y
entonces me di cuenta que no iba tan mal; probablemente el entumecimiento de
principios de año se iba desvaneciendo, - pinche Peña que friega nos está
poniendo con su Reformita Fiscal - divagaba al pensar el extra de impuestos que
tendré que pagar este año y la maraña de confusiones y problemas que nos ha
generado en el trabajo además. Más adelante penetramos dos kilómetros en el
Parque Explora completando así la mitad de la carrera. Al pasar por la puerta
principal del temático y empastado parque escuché el conocido “ladrido” de Pepe
Rivera aún sobre el estridente pero hermoso sonido de “Breaking the Law” de
Judas Priest. Esa canción me encanta porque me hace partícipe del rompimiento
de reglas, estereotipos y paradigmas que aplastan nuestro yo feliz; “Breaking
the Law, breaking the law” iba musitando yo cuando crucé la meta del maratón
Gatorade de Monterrey; los que no podíamos ahora también podemos, como carajos
no.
There
I was completely wasting, out of work and down
All inside it's so frustrating as I drift from town to town
Feel as though nobody cares if I live or die
So I might as well begin to put some action in my life
All inside it's so frustrating as I drift from town to town
Feel as though nobody cares if I live or die
So I might as well begin to put some action in my life
Breaking the law, breaking the law ...
So much for the golden future, I can't even start
I've had every promise broken, there's anger in my heart
You don't know what it's like, you don't have a clue
If you did you'd find yourselves doing the same thing too
So much for the golden future, I can't even start
I've had every promise broken, there's anger in my heart
You don't know what it's like, you don't have a clue
If you did you'd find yourselves doing the same thing too
(Judas Priest)
Pepe y su rubia discípula pasaron veloces
codo a codo junto a mi diciéndome good bye; los vi alejarse en la transparente
bruma de la soleada mañana y me resigné a ser tercero del grupo; cuarto,
corregí enseguida al ver a Alex en la contra corriente de atletas que nos
llevaban por lo menos 600 metros de ventaja. Retornamos en U y seguimos de regreso
al Blvd. Francisco Villa; La Wera y Pepe aminoraron el paso; -que buena onda –
pensé, - me están esperando – Siguieron bajando la velocidad, los alcancé y los
dejé. Me percaté de que algo no andaba bien, parecía que la Wera traía atorado
un hueso de durazno en la garganta. Luego supe que la arrachera de la noche
anterior había traído consecuencias.
Al llegar al Blvd. Mariano Escobedo estaba
un chamaquito “gordito” echando porras a los corredores con tal simpatía y
animo que casi me pareció que me estaba confundiendo con el verdadero hombre de
acero. Me dieron ganas de abrazarlo, pero no lo hice, traía mucha prisa. Iba
muy bien no cabía duda, llegué al K7 con 33 minutos y una luz se encendió en mi
interior. “Porque voy a salir esta noche contigo, se quedaran sin beatos las
catedrales” (by sabina). Asi me sentí de feliz, como si me estuviese esperando
una especial noche; “Hoy para mí, es un día especial, hoy saldré por la noche”
(by Raphael).
Tomamos luego el Malecón del Río hasta el
vetusto Estadio “La Martinica” otrora hogar de “La Garra Cuerera”. Yo si le
voy, le voy al Unión (de Curtidores). Luego de un par de giros dentro de la
colonia regresamos a La Calzada de Los Héroes en sentido al Centro Histórico.
De reojo miré el Rincón Gaucho y vi mi reloj, seguí con buen paso, era probable
que recuperara mis tiempos. Llegando al Arco divisé a lo lejos a mi coach
Guille quién se sorprendió de verme tan pronto y en buen estado; me animó y
seguí adelante; luego sobre Madero vi a Carlos (ex Titán) que lesionado no pudo
correr. 9K en 41 minutos, casi lo lograba. Saqué el pecho y sumí la panza al
ver a Fer, el fotógrafo de Carreras Atléticas; era importante no solo llegar
bien sino también parecerlo.
Me pareció que iba en cámara lenta aunque
seguía creyendo que mi velocidad aumentaba; la verdad es que estaba
desacelerando; el cuerpo no daba más. La gente aplaudía y animaba sin cesar.
Entré de un salto a la zona peatonal y vi muy cerquita la meta; era el momento
del sprint. Por más que me esforcé solo alcancé los 46:30; ni modo, el tiempo
de siempre pero por otro lado muy esperanzador haber mejorado respecto a la
carrera anterior.
El grupo estaba muy disgregado así que no
esperé a las fotos; me despedí de los amigos y partí trotando de vuelta a casa.
Por la tarde mi obligada vuelta a Guanajuato y una taquiza que no pude
resistir.
"Estoy parado sobre la muralla que divide
Todo lo que Fue de lo que Sera
Estoy mirando como esas viejas ilusiones
pasando la muralla se hacen realidad"
pasando la muralla se hacen realidad"
(Enanitos Verdes)